Un médico de familia doce días de expedición con los dentistas de Dentalcoop, diciembre 2016


A la llegada no me aguanto y tengo que mear. El olor y un río de orina pasando justo al lado de unas maletas me llevan hasta el cuarto de baño. Intento apuntar al agujero en el suelo, pero por los charcos a mi alrededor me temo que soy el único que hace el esfuerzo.
Venimos desde Madrid con Air Algiers con un transbordo de 12 horas en Argel para luego coger el avión a Tindouf, el aeropuerto militar argelino. Aquí nos toca una espera eterna hasta que llegue el último avión (un charter imprevisto, algo no habitual en estas fechas) y luego todo el mundo se desplazará en una caravana de buses, todoterrenos y turismos (todos mercedes) escoltada por el ejercito argelino que nos entregará en la 'frontera' de los campamentos a la policía saharaui para llevarnos a nuestros destinos. Iremos ligeros de equipaje. De todos los materiales y medicación que habíamos preparado y seleccionados para poder trabajar no llegó nada. Tampoco es un problema habitual, no suelen perderse los equipajes. Vamos con lo puesto y así seguiremos los próximos días….

Exepdición Kabiri Territorios Liberados, agosto 2017


Cuando Dios creó la Tierra lógicamente en algunos lugares metió la pata; ¿quién es capaz de crear semejante cosa en siete días y que todo salga perfecto? Para evitar que los seres humanos, su creación más avanzada y brillante pero también más rebelde, se acercaran a estos desperfectos (la vanidad al final afecta hasta a los Dioses), se inventó unos obstáculos que, según creía Él, impedirían el acceso a sus fallos. En uno de los sitios más inhóspitos del mundo, donde la temperatura llega a los 50ºC, un lugar con el nombre Bir Lehlu, nuestro Creador dejó caer unas rocas negras, unos obstáculos simbólicos, convirtiendo el desierto en un paisaje marciano avisando así a los humanos que ahí no tenían nada que buscar.
Su esfuerzo fue en vano, el ser humano es como es, y los habitantes de los alrededores, los saharauis nómadas, seres resistentes, duros y tozudos, se adentraron a este sitio. Y, desafiando a nuestro presumido Creador, lo convirtieron en la capital provisional de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD), hasta que recuperen sus tierras ocupadas.